El vendaval de Baylor

La universidad de Baylor se proclamó campeona de la NCAA 2020-2021

por Raúl Bruguera
Fotos Baylor Athletics

La universidad de Baylor se proclamó campeona de la NCAA 2020-2021, después de vencer a la imbatida Gonzaga por 86 a 70, y tras mostrar una superioridad aplastante en la Final Four, disputada en Indianapolis.

Los Bears partían como uno de los tres grandes favoritos a llevarse el título (junto a la propia Gonzaga e Illinois) y la verdad que se han mostrado regulares y contundentes a partes iguales.

En el choque definitivo superaron a unos Bulldogs, los cuales nunca fueron una amenaza real, ya que con seis minutos disputados, iban por detrás en el electrónico 6 a 21. No hubo capacidad de reacción, algún tímido conato de acercamiento y poco más.

La lección de juego que dio Baylor ha sido espectacular en los dos sentidos. Frente al equipo con un potencial anotador altísimo como Gonzaga, la defensa de Baylor fue de libro, con una excelente presión individual sobre el balón, no concediendo tiros cómodos, y un control del rebote defensivo muy alto. Ello le permitió correr rápido las transiciones y ahí fue donde rompieron totalmente la defensa del equipo de Few, con gran acierto en el tiro exterior y muchísima capacidad de generar en el 1c1 de sus exteriores. Entre los vencedores, cabe destacar al “junior”, y comandante de este equipo, Jarod Butler quien firmó 22 puntos y 7 asistencias, al “senior” MaCio Teague con 19 tantos y al también jugador de tercer año Davion Mitchell, con 15.

Anteriormente, en las semifinales, Baylor ganó a la universidad de Houston por 78 a 59 después de vencer el primer parcial por 45 a 20. Butler, Teague y Mitchell no dieron opción alguna a los Cougars quienes se presentaban como una de las mejores defensas del torneo pero se vieron desbordados en todo momento.

En cambio, en la otra semifinal, pudimos disfrutar de uno de esos partidos que se quedan grabados en el recuerdo para siempre.

Gonzaga ganó a una resucitada UCLA por 93 a 90, necesitando de un tiempo extra. Un triple histórico, desde casi medio campo, del “freshman” Jalen Suggs, aupaba a los suyos a la gran final tras un épico duelo de distancias cortas.

El mismo Suggs anotó 16 puntos y dio 6 pases de canasta, mientras que el pivot “sophomore” Drew Timme se fue hasta los 25 tantos. En frente, el jugador de segundo año Johnny Juzang metió 29 puntos y planteó batalla hasta el último suspiro.

Sin entrar en grandes detalles, podemos asegurar que si una característica tenía este NCAA Tournament era la incertidumbre que provocaba la desinformación sobre el estado veraz con el cual aterrizaban los equipos a la burbuja creada en el estado de Indianapolis.

Con decenas de partidos aplazados durante la temporada regular, y multitud de casos positivos por coronavirus de jugadores, lo que provocaba que varios equipos estuvieran semanas sin poder entrenar, los equipos llegaron en desigualdad de condiciones a este “March Madness” . Hecho que quedó reflejado en la gran cantidad de sorpresas que hubo en las dos primeras rondas del torneo (se igualó el número histórico de “upsets”).

En primera ronda, los cuatro equipos que defendían el número uno de su respectiva región (Gonzaga, Illinois, Baylor y Michigan), no sufrían para seguir con su andadura, pero si miramos un poco más abajo, observamos que hubo una auténtica masacre, en cuanto a universidades favoritas.

Ohio State, número dos de la región sur, caía frente a Oral Roberts, tras disputar una prórroga. Entre el “junior” Kevin Obanon y el “sophomore” Max Abmas, les endosaron 59 puntos a los Buckeyes.

Y sin movernos de región, pudimos observar como North Texas superaba a Purdue (número cuatro) también tras un tiempo extra. En este duelo, hasta cuatro jugadores de los Mean Green superaron la decena de puntos, destacando entre ellos, el jugador de último año Javion Hamlet, con 24 tantos y 12 capturas.

Veinticuatro horas después, se volvieron a tambalear todos los cimientos de la competición con las derrotas de Texas y Virginia, en las regiones Este y Oeste, respectivamente.

Los primeros fueron superados por la semi-desconocida Abilene Christian por un ajustado 52-53. Una desconexión de los Longhorns en el segundo acto propició la victoria más importante, en la historia de los Wildcats. El “junior” Joe Pleasant firmó 11 puntos y 8 rebotes.

Y los segundos fueron incapaces de hacer hincar la rodilla a la floja universidad de Ohio. Por parte de los de los Bobcats, el jugador de tercer año Ben Vander Plas, firmó su mejor partido en el “college” con 17 tantos.

Destacar también que las universidades de Iowa (Luka Garza 24 puntos), Alabama (Herbert Jones 20 tantos), Houston (Quentin Grimes 18 puntos) o Arkansas (Justin Smith 29 tantos) todas ellas pertenecientes a la élite de la competición, hacían sus deberes y avanzaban al siguiente cruce.

Por desgracia, en esta primera ronda se tuvo que suspender el Oregon-VCU debido a que los Rams de Virginia tuvieron que cumplir protocolos anti-covid y fueron apeados del torneo sin jugar.

Y pese a todos los sobresaltos ocurridos en primera ronda, aún no estábamos preparados para lo que iba a suceder en la segunda.

No llevábamos ni cuatro días de torneo, y uno de los grandes favoritos a ganar, se despedía de forma tan prematura como inesperada.

Illinois caía delante de Loyola Chicago por 58 a 71, en un duelo que los Fighting Illini se vieron desbordados por los Ramblers, desde al salto inicial hasta el pitido final.

El “senior” Cameron Krutwig se fue hasta los 19 puntos y 12 capturas para sellar dicha sorpresa.

Pero aquí no iba a acabar la cosa. Las universidades de Syracuse y Oregon State les cerraban el paso a West Virginia (número tres de la región Medioeste) y Oklahoma State (número cuatro de la misma región y donde juega el genial Cade Cunningham).

Los Orange ganaban a los Mountaineers por 75 a 72 con 25 tantos del “junior” Buddy Boeheim, quien juega a las órdenes de su padre, el mítico Jim Boeheim.

Y los Beavers vencían a los Cowboys por 80 a 70 catapultados por la actuación del jugador de último año Ethan Thompson con 26 puntos. Por el lado opuesto, Cunningham abandonaba la competición metiendo 24 tantos.

Y hablando de excelsos jugadores, Luka Garza, y su Iowa, también mordían el polvo en su segundo envite del torneo. Los Hawkeyes caían de manera desastrosa frente a Oregon, por 80 a 95. El “senior” abandonaba la liga con otro encuentro sublime (36 puntos y 9 rebotes) pero nada pudo hacer ante el vendaval ofensivo de los Ducks. Si no entra en la NBA , a lo mejor lo podremos ver jugar en la ACB, ya que hay unos equipos que le están siguiendo los pasos desde hace un par de temporadas.

Los que sí cumplieron los pronósticos fueron los otros tres números 1 del país. Gonzaga vencía a Oklahoma por 87 a 71, con 30 tantos del “sophomore” Drew Timme.

Michigan ganaba a LSU por 86 a 78, catapultada por los 21 puntos del jugador de último año Eli Brooks. Y Baylor hacía lo propio ante Wisconsin con los “juniors” Jared Butler y Davion Mitchell anotando 16 tantos cada uno.

Y tras todo esto, nos situábamos en las semifinales de región, más conocidas como “Sweet 16”.

En la sur, Baylor tenía que remontar una desventaja de siete de puntos para luego plasmar su favoritismo sobre la pista y vencer plácidamente a Villanova, por 62 a 51. En esta ocasión, destacó el “sophomore” Adam Flagler, quien saliendo del banquillo se aupó hasta los 16 tantos. En el duelo entre cenicientas, enfrentadas en la región medio oeste, Oregon State superó a Loyola Chicago, 65 a 58, después de dejarles -los primeros a los segundos- en únicamente 16 puntos anotados en el primer acto. El “senior” Ethan Thompson lideró a los Beavers con 22 tantos. Al día siguiente, la poderosa Gonzaga sacaba músculo y ganaba por 83 a 65 a Creighton. El trío maravilla (Jalen Suggs, Corey Kispert y Drew Timme) se vio apoyado por las buenas labores de los “junior” Andrew Nembhard, con 17 puntos, y Joel Ayayi, con 13 tantos y 8 capturas.

El encuentro de Michigan frente a Florida State fue el que más expectativa levantó, pero los Wolverines se encargaron de dejarnos sin partido en apenas 20 minutos. Los Seminoles nunca fueron una amenaza real y se fueron para casa dejando una pobre imagen. El “freshman” Hunter Dickinson, con 14 puntos y 8 rebotes, más el genial “sophomore” Franz Wagner, con 13 y 10, catapultaron a los suyos a la final de la región Este.

Llegando a las finales de región, allí se les llama “Elite 8”, nos encontrábamos con dos hechos nada esperados un mes antes. El primero, que no encontrábamos a ningún equipo perteneciente a la fuerte Atlantic Coast Conference, y en cambio sí que podíamos disfrutar de la continuación en el campeonato de tres universidades ubicadas en una venida a menos Pacific 12. De ahí sus altos “seeds” que recibieron por parte del comité deportivo para jugar este torneo: Southern California (#6), la histórica UCLA (#11) y Oregon State (#12).

Por desgracia para ellas, solo los Bruins pudieron saborear las mieles de pisar la deseada Final Four.

Vencieron por 51 a 49 a Michigan, que en esta ocasión sí que echó de menos a su alma del equipo, Isaiah Livers, en un partido igualadísimo en el cual los Wolverines tuvieron hasta dos ocasiones de voltear el electrónico, en los instantes finales.

El “sophomore” Johnny Juzang fue el héroe de UCLA con 28 puntos.

La todopoderosa Gonzaga seguía con su “modus operandi” de ganar los partidos holgadamente y superaba a USC por 85 a 66. Los Bulldogs se fueron al descanso con un 49 a 30 a su favor, y en la reanudación, digamos, que levantaron el pie del acelerador.

Los fantásticos Drew Timme, Jalen Suggs y Corey Kispert, de nuevo capitanearon a los suyos anotando 23 puntos el primero, y 18 los otros dos.

En este choque tuvimos el susto del campeonato al caer uno de los tres árbitros al parquet, tras un desvanecimiento. Por suerte, superada la lipotimia, salió del pabellón consciente.

Y hablando de parciales que sentencian choques realizados en los primeros veinte minutos, la universidad de Houston ganó a la de Oregon State, por 67 a 61, tras abandonar la cancha en el tiempo de asueto, con un 34 a 17 a su favor.

El “sophomore” Marcus Sasser, con 20 tantos, y el “junior” Quentin Grimes, con 18, guiaron a los Cougars a la Final Four.

Y en la cuarta final que se disputó, la de la región sur, Baylor cumplió con los pronósticos y derrotó a Arkansas, 81 a 72, en un partido muy serio por parte de los Bears, ya que enfrente tuvieron a un equipo muy aguerrido y con un alto nivel competitivo.

El jugador de último año, Macio Teague, destacó entre los vencedores anotando 22 puntos.

Para terminar este breve repaso, destacar como después de muchos años dos centros históricos como Duke y Kentucky no entraron en el cuadro final, y que North Carolina, otro de los grandes protagonistas prácticamente cada temporada, después de caer en primera ronda frente a Wisconsin tras un año irregular, vio la despedida del mítico entrenador Roy Williams y la entrada como head coach de Hubert Davis.



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