BUSCANDO EXCUSAS

Radiografía de la F4Glory 2021 de Colonia


por Franco Pinotti

A veces (no muchas) me entran dudas sobre como enfocar ciertos tipos de análisis. Quince años de periodismo, siete de responsable técnico del arbitraje ACB y cuarenta de entrenador, me crean ciertas dificultades en situar el foco de la atención sobre uno o otro aspecto. Vista, y vuelta a verla, la final de la Eurolegue entre el Efes y el Barcelona, me decanto por lo fácil, un mix de todo para así abrir mejor el abanico de la critica, que en realidad es lo que mantiene la atención sobre un acontecimiento que ya ha pasado a la historia, con un merecido y justo vencedor.

Lo que más me ha llamado la atención -como a todos porque ha sido muy evidente- es la excesiva crispación del entrenador del Barcelona. Entiendo que los nervios y la responsabilidad puede crear cierto estado de tensión, pero de ahí a ponerse histérico desde el minuto uno, va un buen paso.

Siempre me han enseñado -e intento enseñar cuando tengo la posibilidad- que el estado emocional de un entrenador se refleja en el estado emocional de su equipo. Si estás crispado, el equipo juega crispado. Si estás relajado, al equipo le cuesta mantener la tensión, y así en las distintas variantes.

Dicen que es el carácter, pero por ahí no cuela, por lo menos conmigo. Tengo el mismo carácter, soy agresivo por naturaleza, no me gusta perder a nada. Entiendo que en muchas ocasiones la situación te lleva al borde de perder los estribos, pero luego hay un fondo de cordura que te lleva a mirar ciertas cosas con perspectiva.

Por ejemplo, el tema del arbitraje.

He leído que el Barcelona va a elevar (si no lo ha hecho ya) una protesta formal por la actuación de los árbitros. Me da cierta risa, porque pienso que dejarse sorprender por el nivel del arbitraje es vivir en la irrealidad.

He visto un montón de partidos de Euroleague en esta temporada donde los árbitros han dirigido sin casi presión por la ausencia de público que, aunque pueda no parecerlo, hace y mucho en este campo. He podido comprobar que no hay grandes “estrellas” del arbitraje como había hace unos años y que cierta uniformidad en la dirección de los partidos se acerca más a la mediocridad que a la brillantez.

De todas formas -como se puede comprobar en uno de los videos adjuntos- errores de bulto han habido cuatro: la antideportiva (o como se llame ahora) no señalada de Claver al inicio del partido; la falta clara de Larkin sobre Higgins convertida en ataque de éste; el supuesto bloqueo ilegal de Gasol -inexistente porque es el defensor que se tira encima- y la supuesta falta inexistente en un contacto bajo el aro entre Larkin e Higgins, cuando era una falta clara de Davies sobre el jugador turco que recibió la asistencia. El resto, una manera de dejar jugar bastante parecida bajo los aros, con muchos contactos al límite, pero es el estilo que hay ahora.

Si esto sirve para justificar algo, bueno... pues cada uno es libre de pensar lo que quiera, pero en mi caso, ya lo he dicho, no cuela.

Donde sí me parece que hubo diferencias fue en la manera de plantear el partido. No quiero entrar en detalles tácticos porque cada entrenador tiene sus justificaciones para adoptarlos, pero hubo muchas cosas que me llamaron la atención.

En primer lugar habría que hacer un gran esfuerzo de buena voluntad, o a lo mejor conocer a fondo los detalles del equipo (que evidentemente no podemos conocer) para entender la nula utilización de jugadores como Hanga o Oriola, dos gladiadores que en este tipo de partidos se adaptan perfectamente, normalmente aportan, tanto en defensa como en ataque, y tienen mucha experiencia. ¿Claver sobre Micic? Me pareció una broma!!!

Criticable el exceso de agresividad inicial que no llevó a ningún sitio, porque piensas que a lo mejor jugando así te vas de 15, pero no fue el caso y a la larga resultó perjudicial porque no se supo mantener el ritmo en este aspecto.

Más interesante el planteamiento de Ataman, que ha jugado finales de todo tipo, con los grandes intentando cerrar el área y dejando el mínimo de penetraciones a los exteriores en defensa y no forzando los uno contra uno al principio, metiendo balones interiores al pivot tras el pick and roll, aprovechando que las recuperaciones defensivas eran más bien mediocres. Aquí me pregunto hasta que punto en el juego moderno es importante ser agresivos a nueve metros del aro en el pick. Depende de qué jugadores tienes pero, por ejemplo, a Pau Gasol lo matas porque ya no tiene las piernas de cuando tenía 25 o 30 años. ¿Fichas a Gasol para hacer bloqueos a unas distancia abismal del aro o para imponer tu ley bajo las canastas?

Me gustaría romper también uno de estos lugares comunes -casi tópicos- que existe en el baloncesto, según el cual los partidos y títulos se ganan en defensa. Desde 1977 he visto prácticamente todas las finales mundiales, europeas, de selecciones, de clubs, olimpiadas, copas, grande ligas nacionales, NCAA, NBA y me acuerdo de muy pocos partidos que se han ganado exclusivamente con la defensa. Me viene a la memoria la final de la Copa Europa del 93 entre el Limoges de Malkjovic y el Benetton de Toni Kukoc, donde el entrenador serbio hizo milagros para ganar un título simplemente defendiendo.

Los títulos se ganan atacando con un buen nivel de eficacia y, evidentemente, luego defendiendo lo mejor posible, pero no al revés, y lo ha demostrado el Efes. La segunda parte fue un libro abierto de la estrategia de Ataman: no regalar ninguna canasta fácil y en ataque todo en las manos del “dúo dinámico” Larkin-Micic.

Dado que el Barcelona se empeñó en seguir con sus absurdos dos contra uno cerca de medio campo, para los dos mencionados, con mucho espacio abierto, les fue relativamente sencillo romper una y otra vez la ineficaz defensa rival, como se pudo comprobar y se puede apreciar en el video adjunto.

Visto desde fuera llegas a pensar: ¿Para que sirven tantas ayudas si se llega tarde a casi todas?
Está claro que pequeños detalles bien ejecutados son lo que al final deciden y estos casi todos fueron del lado turco. ¿Moraleja del asunto? Esta Copa se ha ido porque, por lo visto, no se ha preparado suficientemente el partido desde el perfil correcto. Ya sé que decirlo desde fuera es fácil, pero los hechos están ahí y buscar excusas es todavía más fácil para justificar una derrota.

El único consuelo para los que han sido derrotados sería convertir esta experiencia en algo positivo pasando por el camino de no buscar excusas y convertir en algo útil la lección recibida.



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